El reciente robo de un Dalí en un Museo neoyorkino me ha hecho investigar en el tema de la sustracción de las obras de arte en todo el mundo, casos no resueltos, que han dado mucho que hablar y han hecho verter ríos de tinta al respecto.
Dejo aparte mi particular estupor, ante la imposibilidad de colocar dichas obras de arte en ningún mercado, dada la enorme repercusión mediática que suele acompañar a estas espectaculares y rocambolescas historias, urdidas con perfección matemática, y llevadas a cabo con maestría. Supongo que dichas orquestaciones provienen de encargos de coleccionistas privados millonarios, que pueden permitirse el lujo de encargar este tipo de trabajitos a ladrones profesionales, de esos denominados de “guante blanco”.
Mi investigación se basa en la lista que posee el FBI, que es a partir de la cual os ofrezco esta información.
En primer lugar, por la cuantía de las obras expoliadas y por la pasividad absoluta del ejército estadounidense tenemos el SAQUEO DE OBRAS IRAQUÍES EN BAGDAD.
En el se perdieron la friolera de 10.000 piezas arqueológicas de incalculable valor. Son los efectos colaterales de la guerra, tremenda barbarie, símbolo de la sinrazón humana.
La arqueología nace en el siglo XVIII en íntima relación al deseo de un reducido grupo de élite de adquirir obras de arte de la Antigüedad.
En este marco de hechos e ideas, podemos situar la figura de Gertrud Bell (1868-1926), escritora, viajera, analista política y arqueóloga por afición. Después de estudiar historia en Oxford, realizó varios viajes a Oriente. Sus conocimientos de la geografía y la política local le granjearon un lugar importante a la hora de trazar las fronteras del actual Irak (después de la caída del Imperio otomano en 1919) y de colocar a Faysal en el trono de ese país. Cuando la situación política se estabilizó, esta “reina sin corona de Mesopotamia” dejó de asesorar al nuevo rey y se dedicó de lleno a la arqueología. Estaba dispuesta a recuperar lo que, tanto ella como muchos europeos de su época, consideraba el pasado glorioso de Irak.
Gertrude Bell “La Reina del Desierto”
No sólo se destruyó una cantidad no estimada de vidas humanas. Otros muchos hombres y mujeres del pasado, que habían dejado el secreto de sus acciones escrito, tallado en el barro y las piedras de Irak, sacados a la luz por esta intrépida mujer, han sido condenados a una segunda y definitiva muerte con la destrucción de esos tesoros arqueológicos.
Imagen antes del expolio.
En segundo lugar encontramos el ROBO EN BOSTON
La madrugada del domingo 18 de marzo de 1990, la ciudad de Boston recibió un golpe mortal. Su pulcro museo, el Isabelle Stewart Gardner sufrió el robo de 13 pinturas de maestros del nivel de Rembrandt, Degas, Manet, Vermeer, entre otros autores.
La obra más valiosa fue “El concierto” del maestro holandés Vermeer, un óleo de 1660, valorado en más de 250 millones de dólares. El total completo de lo robado ascendió a más de 500 millones de dólares. Todo parece indicar que estos asaltantes sabían lo que querían, o por lo menos seguían fielmente las indicaciones de quien los contrató para realizar el asalto.
El Concierto de Vermeer.
Dos hombres disfrazados de policías entraron a la una y media de la madrugada, superaron hábilmente todas las medidas de seguridad del museo -abierto al público desde 1924- y amordazaron a los guardias.
Hoy, los agentes están en la posibilidad de precisar que la ruta seguida por los maleantes dentro del museo fue, en un inicio, ordenada, pero con el transcurrir de los minutos esta se volvió caótica y hasta absurda, pues se llevaron figuras de valor relativo dejando de lado verdaderas joyas del arte clásico.
Los investigadores del FBI cuentan que se llevaron, por ejemplo, un águila de bronce del Pabellón del Primer Regimiento de Napoleón, pero dejaron unas cartas firmadas por el propio emperador francés, de mucho mayor valor histórico y monetario. También despreciaron un Rafael. ¡Casi nada!
La propietaria del museo y el investigador del caso
El mundo espera ver de nuevo las obras robadas. Veinte años es mucho tiempo.
En tercer lugar hallamos el robo de LA NATIVIDAD CON SAN LORENZO Y SAN FRANCISCO DE CARAVAGGIO del Oratorio de San Lorenzo de Palermo
En octubre de 1969, dos ladrones entraron en el oratorio de San Lorenzo en Palermo, Italia, y sustrajeron de su marco Natividad con San Lorenzo y San Francisco. Vale unos 20 millones de dólares. La última pista sobre su paradero la ha proporcionado el traficante italiano Francesco Marino Mannoia, que ha reconocido haber participado en el robo, sin dar mayores detalles.
La obra de Caravaggio
En cuarto lugar encontramos EL STRADIVARIUS DAVIDOFF-MORINI.
Se robaron en Nueva York dos caros ejemplares de estas obras de arte musicales: uno a la violinista Erica Morini en su apartamento en 1996. Realizado en 1727, había sido un regalo de su padre cuando cumplió 21 años. Da lástima pensar que la anciana, que ya contaba 91 años, perdiera semejante joya. El otro fue sustraído de un Rolls Royce aparcado en Manhattan en el 1924, pertenecía a un parisino, Maucotel.
STRADIVARIUS DAVIDOFF- MORINI.
Anverso y reverso de la obra de arte.
El quinto robo sucedió en el MUSEO DE VAN GOGH DE AMSTERDAM.
Las telas desaparecidas, que estaban expuestas en la sala principal, son ‘La iglesia protestante de Nuenen’, fechada entre 1884 y 1885, y ‘La playa de Scheveningen al desatarse la tormenta’. Los ladrones accedieron al Museo por el techo, que era de cristal. Eran obras no aseguradas, y pese a que finalmente atraparon a los culpables, las obras nunca se han recuperado.
Las dos pertenecían a la primera etapa del proceso creativo de Van Gogh. ¿En qué pared estarán colgadas? ¡Ah! Eso pertenece al misterio.
El sexto misterio sin resolver es el robo de VISTA DE AUVERS-SUR-OISE DE CEZANNE, robado en 1999 del Museo Ashmoleand de Oxford, en Inglaterra. Dicho cuadro esta valorado en tres millones de libras esterlinas, y aún no se ha dado con su paradero. La policía baraja que se encuentre probablemente en algún lugar de Europa del Este.
Es una de las obras más emblemáticas del pintor.
En séptima posición están Los Murales DE GERTRUDE VANDERBILT WHITNEY. Fué una escultora y filántropa estadounidense.Estudió escultura en la Art Students League de Nueva York y luego recibió clases en París con Auguste Rodin. Whitney instaló sendos estudios de arte en Greenwich Village (Nueva York) y en Passy (París) y recibió elogios en Europa y Estados Unidos por sus trabajos.
Posando para la portada de Vogue.
Dos paneles de la fundadora del Whitney Museum, los denominados 3-A y 3-B, pertenecientes a la galería Maxfield Parrish, fueron sustraidos en 2002 en West Hollywood (California).
Uno de los murales robados
Es famosa por su Monumento a la Fe Descubridora en Huelva.
La octava plaza la ocupa el MUSEO CHÁCARA DO CEU
Los ladrones sorprendieron a los guardias del museo, localizado en el antiquísimo barrio de Santa Teresa, y después de desarmarlos desactivaron el circuito interno de televisión y retuvieron a varios turistas que visitaban las instalaciones. La acción de los ladrones, que se produjo poco antes de que cerrasen el museo, no causó víctimas.
Aprovecharon ademas que fue en un momento en que en las calles había unas 10.000 personas atraídas por el primer día de carnaval.
Imagen del Museo


El cuadro en cuestión.
El cuadro fue donado a la Galería, en 1993, por el filántropo James Fairfax. Se piensa que estuvo implicado alguien internamente. ¿Quien dijo que sólo ocurrían estas cosas en las películas?

