MARÍA BLANCHARD, EL ALMA DEL CUBISMO

El domingo disfrutamos en el Museo Reina Sofía de una muestra a todas luces imprescindible: me refiero a la de María Blanchard, que organizan el mismo museo junto a la Fundación Botín, como no podía ser de otra forma, hablando de esta santanderina universal.

Se reivindica de este modo la personalidad y la figura de una artista que marcó profundamente la vanguardia cubista a golpe de esos retazos de su vida y sentimientos, de esos pedazos de su alma que quedaron vívidamente impresos en los lienzos que pintó.

A mi he de decir que la travesía vital de esta pintora, de esta mujer, me marca de un modo especial, me atrae de un modo subyugante, y me conmueve al mismo tiempo, por lo que estas líneas irradiarán esos sentimientos inconscientemente. Creo que cuando la conozcáis un poco os ocurrirá como a mí.

María Blanchard nace el 6 de marzo de 1881 en el seno de una familia de la nueva burguesía santanderina. La familia Gutiérrez-Cueto Blanchard; tenían ya dos hijas cuando nació:  Aurelia, y Carmen; años más tarde nacería su otra hija Ana.

Siempre se movió en un medio muy culto; no en vano su abuelo fue el fundador de La Abeja montañesa y su padre de El Atlántico, prestigioso diario liberal que dirigió durante diez años.

Imagen del periódico que dirigió su padre.

María viene al mundo marcada físicamente como consecuencia de la caída que sufre su madre embarazada al bajarse de un coche de caballos. Esta deformidad  condicionará desde su nacimiento tanto su destino como la devoción por su trabajo.

Su enfermedad, hace que rehuyera obsesivamente su propia imagen, por lo que apenas existen fotografías de la artista.  La pluma de Ramón Gómez de la Serna nos deja su mejor descripción: «Menudita, con su pelo castaño despeinado en flotantes, tenía mirada de niña, mirada susurrante de pájaro con triste alegría». Algunas de sus palabras  reflejan su propia opinión sobre su físico y su obra.»no tengo talento, lo que hago lo hago sólo con mucho trabajo» o «cambiaría toda mi obra… por un poco de belleza».

María en imagen de archivo.

El ambiente familiar, culto y refinado, habrá de influir decisivamente en su formación. Su padre le inculca el amor y el conocimiento del arte, cultivando desde su más temprana edad sus dotes para el dibujo y su extraordinaria sensibilidad.

Animada por los suyos emprende decididamente el camino del arte trasladándose en el año 1903 a Madrid donde comienza el desarrollo de su verdadera vocación. Aquí es donde primero notó el zarpazo de una sociedad cerrada, y con él sus sufrimientos.

Al año siguiente muere su padre, por lo que toda la familia decide trasladarse a Madrid, hecho que supuso para ella el necesario espaldarazo que su alma en ese momento estaba pidiendo a gritos.

Estudió en el año 1906 con Fernando Alvarez de Sotomayor y empieza a exponer en Bellas Artes. Dos años más tarde concurre de nuevo, consiguiendo tercera medalla de pintura con la obra Los primeros pasos. Ese año entra en el taller de Manuel Benedito( del cual hay una magnífica fundación en la calle José Ortega y Gasset, altamente recomendable) . La diputación de Santander y el Ayuntamiento de su ciudad natal le conceden unas becas que utilizaría para proseguir sus estudios en París y convertirse en la pintora que todos conocemos.

La muestra se articula en torno a tres momentos, tres etapas que conformaron su recorrido tanto artístico como vital, aquí están:

Entre 1908 y 1913 transcurre la maduración de una identidad pictórica propia donde se aprecia la permeabilidad a las influencias de sus maestros. Es la época de las obras tempranas, los estudios en París y sus primeros contactos con pintores como Anglada Camarasa y Diego Rivera. María absorbe todo este mosaico de experiencias con avidez, y gesta con ellas su propio estilo, lleno de color, dotándolo de una humanidad que será una de sus «marca de fábrica» en toda su trayectoria.

A partir de 1913 y hasta 1919 Blanchard, de regreso en París, entra activamente en el círculo cubista de la mano de Rivera. Plena conocedora de los avances estéticos y formales de la nueva vanguardia, se suma con voz propia a este movimiento.

Desde 1915 fijará su residencia definitiva en París, donde llegará a ser una figura reconocida, partícipe de las discusiones cubistas y amiga íntima de Lipchitz y Juan Gris. Blanchard lograría un perfecto dominio de la expresión cubista sintética, unida a un orden cromático sentimental lleno de plasticidad poética. Los recursos del collage y de la utilización de diversos materiales en su obra, hasta convertirla en una suerte de cubismo matérico, hablan de su preclara mente y lo avanzado de su estética.

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Los años finales de la experiencia cubista serán también los del reconocimiento público, con la participación en exposiciones junto a los otros grandes nombres del cubismo.

Cubismo sintético, collage.

Una última Etapa de Retorno al Orden hasta su fallecimiento en 1932 muestra a una artista progresivamente aislada, marcada por sus dolencias físicas y volcada en una pintura que es expresión de sus propias vivencias, y que muestra fuertes acentos espirituales después de 1927, año en que la muerte de Gris conmueve a la artista.

Os invito a formar parte de la vida de esta mujer tan apasionante, que pintaba con pincelada violenta y llena de color un mundo y una vida que le hubiera gustado que fuera de otra manera.  Me alegro de que el Reina haya tenido esta fantástica iniciativa de rescatar del injustificado olvido a un alma independiente, liberada de un cuerpo que la oprimió físicamente, pero nunca psíquicamente, en ese sentido siempre fué libre, como nos demuestra en una obra rotunda y original.

Y además si visitáis el museo podréis gozar también de la muestra fotográfica del americano Robert Adams, y en breve de una muestra que será un bombazo: «Metonimia» de Cristina Iglesias. ¡Muchos éxitos al Reina Sofía!

CUANDO UN COCIDO TIENTA A UN REY HABLAMOS DE LA TABERNA DE LA BOLA

¡ Menuda sobremesa de lujo disfrutamos ayer en la Taberna de la Bola! Es un lugar esencial de Madrid, si hablamos de buena gastronomía; pero es que, además, tiene la particularidad de contar entre los miembros que allí trabajan con personas realmente encantadoras, que se vuelcan con el cliente; todo ello sustentado por una tradición y una historia que convierten esta taberna en un lugar imprescindible. Hagamos la crónica:

El lugar está situado en la Calle de la Bola:

No está claro el origen del nombre de la calle ya que existen varias versiones. La primera de ellas habla de la existencia de una bola de piedra que hacía las funciones de guardacantón, para preservar la esquina del edificio de los carruajes, algo común en aquella época.

Calle la bola

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La otra, quizás algo más legendaria, cuenta que en ese lugar existía un juego de bolos y, para señalarlo, había una bola colgada a la entrada de la calle. Parece que un día de viento la bola fue desplazada hasta el mismo Alcázar rompiendo los cristales de la habitación del príncipe don Baltasar.

El Palacio en aquella época.

El caso es que existía allí una botillería frecuentada por obreros y estudiantes; hasta 1870, fecha en que «La Rayúa», una asturiana de pro, auténtica matriarca de esta dinastía de los Verdasco, decidió hacer lo que se le daba a la perfección, dar de comer a su familia, a un nivel superior. Recuperó los zócalos de madera del antiguo establecimiento, le dio lustre y barniz y montó el local que hoy, afortunadamente sigue en pie.

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En la prensa fue muy valorada desde su inauguración, hace ya más de un siglo Entonces existían tres tipos de cocido: a las doce del mediodía el que valía 1.25 pesetas, y que se destinaba a los obreros y empleados, que tenían su hora de almorzar más temprano; a la una de la tarde uno más sustancioso que ya llevaba gallina y costaba 1.25 pesetas, era el que preferían oficinistas y estudiantes, y a partir de las dos el que ya contaba con carne y tocino entre sus ingredientes, y era el que elegían periodistas y senadores.

Una bella imagen del local tal como está actualmente.

El que nosotros comimos os puedo asegurar que era del último tipo, pero de eso hablaré más adelante.

Una cosa era sabida de todos: la predilección que sentía Isabel II, conocida como «La Chata» por el manjar servido en barro. Era relativamente frecuente ver aparcado en el lugar el Carruaje Real que venía de Palacio a recoger los pucheros, tanto para ella como para su hermano Alfonso XII, que también se hizo fan incondicional; así como también Alfonso XIII.

¿Que porqué se servía en barro? Muy sencillo, a la creadora de la taberna le pareció una práctica idea, ya que muchos días el establecimiento estaba tan lleno que muchos comensales tenían que dar cuenta del mismo en las aceras, y era más práctico que llevaran ahí la comida. Actualmente se conserva la tradición, cosa que me parece muy acertada, pues hay que mimar las buenas costumbres, como hace esta familia, tras cuatro generaciones.

He de decir que fuimos atendidos con un mimo extraordinario, cosa que se agradece infinitamente, y que te hace valorar el lugar de un modo integral, no sólo por la incuestionable calidad del producto que sirven, sino por cómo acompañan el servicio de la mesa.P1110802

Lo primero que te sirven es el plato hondo con los fideos. Al lado ya está la correspondiente cazuela de barro que, en ese momento vuelcan en el mismo. Los aromas que desprende el caldo, cocinados al calor de cuatro horas en las brasas del fuego de encina son indescriptibles.  Aquí pondré un vídeo en el que Loles, la jefa de cocina, nos explicó la forma de meter los ingredientes en el puchero para lograr la «obra maestra» Merece la pena que lo veáis. Ver Vídeo

Tras degustar una sopa en su punto, llena de esos matices que sólo proporcionan el mimo y el cocinar a fuego lento, como hacían nuestras abuelas, te vuelcan el puchero en el plato, enorme festín donde no falta el morcillo, el tocino, el chorizo, los garbanzos,  y después un remate de repollo que estaba de rechupete.

Y para colofón un amable camarero, llamado José Luis nos trajo  un buñuelo de manzana con helado de vainilla, que le iba como un guante como remate.

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En cuanto a Mara ,la cuarta generación de los Verdasco, ejerce de perfecta anfitriona, encantadora y totalmente atenta para que a nadie le falte nada,  una profesional como la copa de un pino, vaya, lo lleva en los genes, de eso no hay duda;

Decir que era un jueves, el primer turno y estaba lleno, lo cual habla por sí solo del buen estado de salud del que goza.

Si queréis gozar de un remate regio tras visitar el Madrid de los Austrias o el Madrid de la Gran Vía( la plaza de España está a un pasito) este, sin duda es el lugar, tanto para comer como para cenar. Saldréis encantados. Desde aquí deseo que sigan cosechando éxitos, sin duda los merecen!

UNA FANTÁSTICA VELADA DE MAGIA Y DUENDE EN EL CAFÉ DE CHINITAS

El pasado sábado tuvimos el privilegio de disfrutar de uno de los espectáculos con más magia de los que hemos presenciado en los últimos tiempos.

Muchos ríos de tinta habían corrido acerca de este emblemático lugar, y quería comprobar «in situ» como turista de mi propia ciudad cuál era ese poderoso hechizo que ha hecho de él escenario de las mejores figuras del flamenco, y el único lugar del mundo donde han estado tres reyes. Empezaré mi crónica, como viene siendo habitual haciendo un poco de historia:

El primer Café de Chinitas nació en Málaga, aproximadamente  hacia mitad del siglo pasado en una casa y una calle que ya no existen, absorbidas en las reformas urbanas realizadas para ensanchar la típica Alameda.

Aquí estuvo ubicado el primitivo local.

Junto con el Burrero de Sevilla fue uno de los cafés cantantes más conocido de aquel tiempo.

En pleno Romanticismo, el público del local era muy heterogéneo e iba desde el señorito aficionado de la ciudad y la gente de bronce del puerto, hasta los campesinos que ataviados con sus grandes capas y sus catites, presenciaban con estruendo de voces, gritos y aplausos, las actuaciones de sus bailaoras y cantaores favoritos.

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Antonio Molina en una imagen de la película que rodó en el malagueño café.

No se conoce exactamente el origen del nombre del local, mejor dicho, existen dos versiones distintas. Una de ellas señala que proviene de que el patio del café estaba pavimentado con piedrecillas de canto rodado o chinitas, y la otra que se refiere al comercio que por esos años se hacía, a través de puertos andaluces, con las colonias españolas de Extremo Oriente, es decir, Filipinas, de donde llegaron mujeres de la raza chonguitas -vulgarmente conocidad por las chinitas- a quienes les dio por frecuentar el establecimiento, lo que le valió a éste el nombre de Café de las chinitas, al que se suprimió posteriormente el artículo, como es costumbre en Andalucía.

Azulejo con poema de García Lorca, que frecuentaba el local

Una noche de verano de 1969 un grupo compuesto por representantes de dos grandes firmas de la hostelería madrileña (los hermanos Verdasco y los hermanos Heras) y un conocido periodista veían sentados en una terraza veraniega de Madrid el desfile de atracciones cuando se les ocurrió la feliz idea del novísimo tablao flamenco con cocina selecta, recuerdo evocador dignificado de los tablaos del siglo pasado, en el cual imperasen el buen gusto, la seriedad y el confort. A los pocos meses nacía el Café de Chinitas de Madrid, puesto en órbita con la colaboración especial de la gran bailaora, La Chunga.

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Morca y la Chunga en imagen de archivo.

El emplazamiento no puede ser más mágico. Cuando vas caminando por Torija no puedes siquiera adivinar la maravillosa arquitectura de este palacete «fantasma» que aparece como de la nada.

He aquí la imagen externa del Palacete del XVII donde está ubicado el Café.

Desde el principio te ves gratamente sorprendido por el ambiente que se respira , entre mesas cuidadosamente dispuestas para disfrutar de una oferta gastronómica de sabor mediterráneo, altamente recomendable. Nosotros en concreto disfrutamos de una deliciosa cecina, unas croquetas deliciosas y una paella mixta en su punto. Lo estupendo es poder combinar la cena con el espectáculo al mismo tiempo, teniendo además el local la particularidad que lo diferencia de los demás de admitir niños.

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Pedro nos atendió de maravilla, cuidando de todos los detalles. Desde estas líneas quisiera expresarle mi gratitud. Gracias a él descubrimos muchos secretos, tales como que encima vive Pitita Ridruejo, dueña del palacete en su totalidad.

También aprendí acerca de los componentes del cuadro flamenco, que eran unos auténticos maestros en su arte. Os los presento, porque no quisiera que nadie quede en el tintero:

Diego Llori, Tony Malla, Lorenza Flores, Pilar León, Victoria Duende, Antonia González (hija del pescaílla, hermana de Lolita y Rosario), Benjamín Carmona, Domingo Jiménez Borja, Ricardo Fernández del Moral, y Pepa Sampé.

   La hora y media que dura el espectáculo es un derroche de arte por los cuatro costados, hasta el punto de que se pasa volando. Había allí rusos, mejicanos, americanos…y es que es un lugar de parada obligada si uno se quiere ir de Madrid con la maleta repleta de las mejores experiencias.
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Tony Maya uno de los cantaores de más reconocido prestigio de España, lleva trabajando en el Café de Chinitas desde su apertura y ha trabajado con las más grandes figuras del flamenco en España, Lola Flores, La Chunga, Rocío Jurado… Ahora ha sacado un nuevo disco en el que colaboran artistas de la talla de Jose Mercé, Parrita, Lya y Piculabe. Es impresionante su dominio técnico y vocal, aparte del sentimiento que desgrana con cada nota emitida.
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 Diego Llori es uno de los artistas del flamenco más consagrados de nuestro tiempo. De estilo purista, recupera el baile con el capote, en el que parece mestizarse, hibridarse con un caballo, en una actuación que pone literalmente la piel de gallina.
   En fin, recomiendo vivísimamente esta experiencia, que le pone a uno los pelos de punta. Madrid tiene un paraíso de arte flamenco en este reducto situado al lado del Palacio Real.

HE AQUÍ LAS CITAS DEL RESTO DE FEBRERO. ¡RESERVAD HUECO!

Os dejo las reseñas definitivas de lo que podremos visitar durante el mes más corto del año.

Reservad hueco y nos vemos en ellas.

Precio mensual: 60 euros.

Invitación Espejos del AlmaInvitación impresionismo y aire libreInvitación de la Gran Vía

EL LEGADO DE LA CASA DE ALBA: DEL PALACIO DE LIRIA AL DE LAS COMUNICACIONES

Hoy quisiera compartir con vosotros mi particular crónica acerca de la que es una de las exposiciones esenciales de Madrid en este momento, y que he tenido la fortuna de disfrutar por duplicado.

Es la primera vez que La Casa de Alba permite que una significativa muestra de su inmenso patrimonio artístico/cultural salga del Palacio de Liria, su lugar habitual, a otro Palacio, el de las Comunicaciones, sede del actual Ayuntamiento de Madrid.

En primer lugar encuadremos el contenido de la colección en su continente temporal. El Palacio de las Comunicaciones  es un conjunto integrado por dos edificios de fachada blanca ubicados en uno de los centros del Madrid histórico. Posee un estilo muy personal de los dos arquitectos, Palacios y Otamendi, que posteriormente desarrollarán en el Hospital de jornaleros de Maudes; bebe de diversas fuentes que se integran en un conjunto coherente: el neogótico, especialmente la obra de Viollet-Le-Duc, los hallazgos de sinceridad estructural y de materiales de arquitectos e ingenieros como Eiffel y la pasión de Palacios por los estilos regionales españoles, específicamente el gótico tardío. 

Imagen del Palacio, con la diosa Cibeles.

El interior del edificio fue diseñado como una «Obra de arte total»  en la que el mínimo detalle, desde las luminarias hasta los pupitres de la Sala de operaciones o el sistema de ventilación, forman un conjunto artístico unitario al servicio de su función como Casa de Correos. Palacios y Otamendi eran conscientes en su diseño de la posición que ocupaba el edificio en la ciudad, y la transformación de una ciudad provinciana en una metrópoli cosmopolita.

Imagen del interior, maravilloso alarde de eclecticismo y transparencia.

Desde que se decidiera instalar en este lugar la sede del Ayuntamiento de Madrid se ha creado un magnífico restaurante, y una cafetería a pie de calle. En esta exposición se estrena en las lides de espacio expositivo con nota.

La Casa de Alba de Tormes se remonta al siglo XV. Es importante  pues, que hagamos algo de historia, para comprender en su totalidad la relevancia de esta Casa de Grandes de España, y su decisivo papel en la salvaguarda de nuestra cultura e historia. Vamos a ello.

La Casa de Alba surgió en la historia de la nobleza castellana al obtener en el siglo XIV los señoríos  de Oropesa y Valdecorneja como recompensa por los servicios prestados al rey Enrique II de Castilla, aunque el ascenso de la familia vino, fundamentalmente, a partir del siglo XV , merced al apoyo prestado a la corona en sus conflictos con la nobleza castellana.

En 1429 Gutierre Alvarez de Toledo, obispo de Palencia, y Arzobispo de Sevilla  y Toledo, obtuvo de Juan II el señorío de Alba de Tormes,  localidad próxima a Salamanca, heredado por su sobrino Fernando Alvarez de Toledo y Sarmiento,  al que Juan II convirtió en conde de Alba de Tormes en 1438; y fue con su hijo García Alvarez de Toledo, Marqués de Coria y conde de Salvatierra  cuando el título se elevó a ducado, trocándose, por tanto, en el primer duque de Alba de Tormes en 1472 por concesión de Enrique IV de Castilla.

El segundo duque de Alba de Tormes,Fadrique Alvarez de Toledo y Enríquez  y el tercero,Fernando Alvarez de Toledo, el Gran Duque,  fueron los que tuvieron mayor notoriedad histórica.

El título dejó de corresponder a la antigua familia de los Alvarez de Toledo y pasó, merced a matrimonios y defunciones, a una rama de la Casa de Fitz James Stuart, duques de Berwick,  pues a la muerte de la XIII duquesa de Alba sin descendencia, sucedió en Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Silva, sobrino-bisnieto de Fernando de Silva y Alvarez De Toledo, XII duque Alba de Tormes y abuelo de la XIII duquesa.

Con el tiempo, en virtud de herencias y esponsales, la Casa de Alba ha incorporado otras casas nobiliarias, como la Casa de Olivares,  la de El Carpio, la de Veragua  y la de Villanueva del Río  y se ha e convertido en la casa noble europea con mayor cantidad de títulos en su haber.

Nada más entrar nos recibe, dentro de una obra del Maestro Virgo ínter Virginis el retrato del primer duque como donante del mismo. Y en la primera sala, los dos único paisajes pintados por Pedro de Ribera, llenos de tonalidades verdes y grises, para nada en la linea de ocres en la que siempre se movió. Es la primera vez que salen de Palacio, y son de una belleza sugestiva.

Uno de los dos: paisaje con fortín.

Al lado, en mesas vitrinas, legajos con los escudos de armas, y la Biblia de Alba, traducida a lengua romance en el siglo XV por el judío Rabí Mosé Arragel, por eso también se conoce como la Biblia de Arragel. Era el rabino de la comunidad hebrea de Maqueda. El códice es de 515 hojas de vitela, realmente exquisita.

Una pagina de la misma.

También cuentan con una primera edición del Quijote, y varios incunables. Bellísimo el retrato de Carlos I e Isabel de Portugal de Tiziano.

Entramos a continuación en las obras relacionadas con don Fernando Alvarez de Toledo, el Gran Duque, cuya importancia fué capital en el devenir de la historia de España.

Nació en Piedrahita en 1507, y murió en Lisboa en 1582. Educado en un ambiente renacentista con Boscán y Garcilaso como maestros, siempre sintió atracción por las armas. Tiziano lo retrata astuto e inteligente, y también Rubens, ambos retratos están en la exposición.

He aquí el de Tiziano. El bastón de mando, la mirada inteligente, la armadura de gala, traspasan el lienzo con su fuerza.

Estuvo presente en todas las batallas principales del reinado de Carlos V, la ocupación de Túnez y las de Alemania.

Durante el Reinado de Felipe II tuvo mucha influencia ante el rey, y capitaneó el grupo más intransigente. Fué nombrado virrey de Nápoles y desde allí invadió los Estados Pontificios, obligando al Papa a negociar la paz.

Ante los alborotos de los Países Bajos, donde se estaba expandiendo el calvinismo, el duque se mostró partidario de una acción militar contra los rebeldes, influyendo en Felipe II que le hace caso, desoyendo a la gobernadora Margarita  de Parma, que había conseguido dominar la revuelta.

Convocó a los principales nobles de los Países Bajos y a la salida de la reunión mandó apresar a los condes de Horn y Egmont, estableciendo el tribunal de la sangre. Margarita dimite, y el rey nombra Fernando gobernador. Este, mediante medidas represivas consiguió acrecentar el odio hacia los españoles. Horn y Egmont fueron ajusticiados, y el pueblo los consideró héroes.

Como la resistencia crecía Felipe II lo mandó a Portugal en la época de la ocupación en 1580. Ya no recuperará su influencia, muriendo allí en 1582.

Cuando fallece la XIII duquesa de Alba, a los 40 años sin descendencia se dispersó muchísimo la colección, bien en manos de Godoy, que se queda con el Palacio de Buenavista, sede del actual Cuartel General del Ejército, o el mismo Carlos IV, que se queda con el Palacio de la Moncloa, es cuando pasa al linaje de los Fitz James Stuart, en la persona de Carlos Miguel, sobrino bisnieto de Fernando de Silva y Alvarez de Toledo, XII duque de Alba y abuelo de la desdichada Cayetana

La duquesa de alba. Se siente un escalofrío de emoción al contemplar la obra.

El sorprendente retrato nos habla de la personalidad de la joven, a la que Goya profesaba gran veneración. Aparece moderna, sin miriñaque, con un vestido vaporoso y no excesivamente ornada, sólo un collar rojo, un par de brazaletes, y unos pendientes que asoman bajo una melena suelta, increíble licencia en el retrato, ya que no solían aparecer así las nobles retratadas. El perrito a sus pies, con un lazo similar, habla de la fidelidad.

Carlos Miguel pertenecía a una rama ilegítima de los Estuardo. A María , reina de Escocia y Francia la manda decapitar su prima Isabel para hacerse con la corona. Será curiosamente el hijo de la Primera, Jacobo I el heredero de la corona la morir sus sanguinaria tía. Su hijo Jacobo II tiene que exiliarse a Francia, y al volver a Reino Unido le decapita Cronwell. En el país Galo vivía el hijo ilegítimo de este, de la Casa de Berwick; ahí está el enlace, ya que se trataba de Carlos Miguel.

Era este un ilustrado, amante de las artes, que compró en Italia durante su gran tour( ver mi entrada a este respecto) la Virgen de la granada, de Fray Angélico,  la única obra de este artista, junto a la Anunciación del prado, que está en España.

Su belleza es extraordinaria, el lapislázuli de su manto y la exquisita labor de filigrana del oro son magníficos.

También adquirió Camino al mercado, de Rubens, cantidad de piezas arqueológicas en Pompeya y Herculano, y grabados de Durero.

Con motivo de su relación con los Veragua están los documentos del viaje de Colón, el manuscrito con la silueta de la Española de su mano, y la lista del rol de marineros, donde aparecen los hermanos Pinzón.

Cuando la Casa emparenta con Napoleón III, casado con Eugenia de Montijo, cuñada del duque de Alba, les llueven imperiales regalos, sobre todo mobiliario, expuesto en la muestra.

Los trajes de los reyes son un privilegio de la familia de la madre de la actual duquesa, Doña Rosario Silva y Falcó. Tenía un antepasado, el Conde de Ribadeo, que consiguió el favor del rey para estar presente mientras comía, era gentilhombre de casa y boca. Un día que comían juntos el rey se quitó el traje que llevaba y se lo dio al conde para que lo guardara. Desde entonces se conservan los trajes de gala de Isabel II , Alfonso XII, Alfonso XIII y de Don Juan de Borbón. Estos los estrenaban el día de Epifanía. Cayetana llegó más lejos, pidiéndole al rey actual el traje que llevaba cuando fué jurado rey de los españoles.

Asimismo están el traje de cristianar y el de comunión de Alfonso XIII.

Jacobo Fitz James Stuart, padre de la actual duquesa, se casó con Rosario Silva y Falcó. Comenzó a reconstruir el Palacio de Liria, absolutamente destruido en la guerra civil, y a recuperar el patrimonio expropiado en la República. Aquí se ven los gustos de la actual duquesa por la pintura francesa: Chagall, Corot, Fantin Latour o Renoir compiten con los retratos de familia de Zuloaga, llenos de colorido irreal, y mágico, sobre todo el de la duquesa niña con sus juguetes preferidos

De veras, merece la pena dejarse llevar. Es una muestra muy llevadera, ya que la concepción es muy amplia, no sólo tiene pintura y escultura, sino diversos objetos que conforman la trayectoria vital de una familia, de su historia, y gracias a los desvelos de la actual duquesa de la nuestra. ¡ Animaos a visitarla!

ANTICIPO DE LA PRIMERA CITA DE FEBRERO.

Buenas tardes a todos.

Mañana os prometo un post sobre el Legado de la Casa de Alba.

Mientras tanto os dejo colgada la primera cita artística de Febrero, mes que empezaremos por la puerta grande.

¡Reservad el día!Invtiacion febrero

CAMBIO DE ACTIVIDAD: ANULADA LA VISITA DOMINICAL A LA CASA MUSEO DAURELLA.

Buenas noches:

Espero no trastornaros mucho, pero me veo obligada a cancelar la visita al espacio de Arte Catalán en Madrid, dado que los domingos cierran. La pospondré para mejor ocasión.

Ofrezco a cambio una interesante visita al universo creativo de María Blanchard en el Reina Sofía.

Espero que la encontréis interesante.

Gracias a todos y un saludo!Invitación María Blanchard

BERTHE MORISOT, SEMBLANZA DE UNA MUJER IMPRESCINDIBLE.

¡Menuda papeleta la mía esta mañana, tratando de dilucidar, mientras echaba un vistazo a las efemérides, el personaje acerca del que escribir mi post de hoy! Viene repleto de nacimientos de personalidades importantes, tales como Nina Ricci, mujer fascinante, que se merece otro post (así que me la «guardo» en el tintero para otra ocasión) , el nacimiento del pintor francés Jean-Baptiste van Loo, en 1745, o el de otro pintor de relevancia, Henri Fantin-Latour,en 1836.

Florero de Fantin Latour.

 

Quédense para venideras ocasiones, ya que finalmente he decidido solidarizarme con mi sexo y hablar de una mujer fascinante tanto física como intelectualmente, dotada de un fino talento y una intuición que la hizo codearse con los pintores más relevantes en un universo cronológico eminentemente masculino. Además la impronta vivísima que dejó en mí la magnífica muestra que organizó el Thyssen aún sigue vigente en mi retina. Hagamos un poco de historia.

Una fotografía de la bellísima pintora.

 

Berthe Morisot (Bourges, 1841-París, 1895), fue la primera mujer que se unió al movimiento impresionista. Nacida en el seno de una familia de la alta burguesía francesa, fue educada en el gusto por las artes y la música y supo combinar de manera ejemplar la faceta artística con su papel de mujer moderna y activa animadora cultural. Curioso que fuera precisamente su familia quien animó a Berthe y a su hermana Edma a iniciarse en el arte.

Una de las primeras obras de la artista.

 

 

Morisot decidió ser una artista a pesar de su condición de gran dama, de mujer burguesa, urbana e interesada por la moda y la activa vida cultural de la época, no dedicándose de forma aficionada como otras damas de su época sino adoptando una postura muy radical que la vincularía al grupo de artistas impresionistas, la vanguardia del momento.

Autorretrato, se percibe su intuición y su inteligencia, transmitida a través de sus profundos e inquietantes ojos.

Demostró la posibilidades de las mujeres en las artes a fines del siglo XIX. Modelo y amiga de Manet, casada con su hermano Eugène, aliada de los pintores impresionistas -como Degas, Renoir, Monet o Pissarro-, con quienes expuso en  todas sus exposiciones, y admirada por intelectuales de la talla de Mallarmé o Valéry, Morisot jugó un papel destacado y esencial en el desarrollo del impresionismo francés.

Captando un instante aparentemente cotidiano, joven mirándose al espejo.

En 1868 conoció a Édouard Manet y en 1874 se casó con Eugène Manet, su hermano menor. Ella fue la que convenció al maestro de pintar al aire libre y lo atrajo al grupo de pintores que sería posteriormente los impresionistas Manet sin embargo, nunca se consideró como impresionista, ni estuvo de acuerdo con exhibir junto al grupo.

Morisot, junto a Camille Pissarro, fueron los dos únicos pintores que tuvieron cuadros en todas las exposiciones impresionistas originales. Asimismo, Berthe fue la modelo de Manet tanto en diversos e importantes retratos como en su obra de gran formato El Balcón, donde el pintor francés da cuenta de su admiración por la obra de Goya, tratando el mismo tema de su «Majas en el balcón», obra menos conocida en España pues se encuentra en una colección privada suiza.

Tanto la delicadeza del paisaje, que le enseñó Corot, como la maestría de sus retratos, que aprendió de Manet, o la representación impresionista de jardines, escenas rurales e interiores domésticos, permiten conocer los aspectos más destacados de su obra pictórica. Con una pintura introspectiva, incluso melancólica, de trazos rápidos, que a veces adquieren la ligereza de la acuarela, Morisot nos introduce de lleno en su propia intimidad, en la delicada exploración de la femineidad. La representación del mundo íntimo femenino fue un asunto tan permanente en su obra que el escritor Paul Valéry afirmaba que su pintura podría considerarse «el diario de una mujer expresado a través del color y el dibujo».

Sin excepción, sus cuadros muestran unos temas equivalentes al de sus colegas masculinos. Edgar Degas, también de clase burguesa, pintaba ensayos de ballet, carreras de caballos, desnudos femeninos y a la propia Berthe durante su etapa de formación, además estaba secretamente enamorado de ella…como muchos otros del círculo.

Claude Monet  pintaba los nenúfares de su jardín, a sus hijos, etc. Las mujeres impresionistas pintaban su entorno social bajo el enfoque impresionista. A pesar de esto, la figura de Berthe Morisot, junto a las de otras maestras de la pintura, quedó ensombrecida por el conjunto del movimiento y en especial de los pintores masculinos. una lástima, y un hecho tristemente recurrente a lo largo del devenir de la historia.

Un delicado retazo de intimidad.

La vida de Berthe Morisot se vio ensombrecida por la muerte de Édouard Manet en 1883 , la de su esposo, Eugène Manet, en 1892, y la de su hermana. Educó sola a su hija, Julie Manet, con quien mantuvo siempre lazos muy fuertes. Al morir a los cincuenta y cuatro años, confió su hija a sus amigos, Degas  y Mallarmé.

Berthe Morisot murió en 2 de marzo de 1895 en París y está enterrada en el cementerio de Passy en París.

En la actualidad, sus pinturas pueden alcanzar cifras de más de 4 millones de dólares

NUESTRAS DOS PRÓXIMAS CITAS CULTURALES DEL MES DE ENERO

Invitación AlbaInvi Casa Museo DaurellaBuenas noches.

Os quiero hacer partícipes de nuestras dos próximas citas culturales, para que vayáis haciendo hueco en vuestras agendas. Ambas son interesantes y altamente recomendables.

Podeis ir apuntándoos enviándome un mail a artealinstante@hotmail.es, o llamándome al 638 510 832.

¡Os espero!

PRIMERA CITA EN EL ANIVERSARIO DEL ESPACIO DE LAS ARTES DEL CORTE INGLES

Muy feliz e ilusionante 2013.

Parece mentira, pero ya se han terminado las vacaciones. Ahora toca volver a la rutina, y la mayoría de las veces hacer una dieta tras los excesos.

Os propongo un atracón cultural, de los que llenan el espíritu y el intelecto, 0% de calorías.

Iremos a la exposición El Garaje, con la que el Corte Inglés celebra el primer aniversario de su espacio de las Artes. Tras ella un café en su bar inglés, donde desgranaremos las citas de los siguientes viernes, que serán apasionantes.

¡Os espero!El garaje invitacion