Archivos Mensuales: enero 2017
Entre las maravillas que se pueden contemplar estos días en el Museo del Prado una me llama la atención poderosamente: las esculturas que, procedentes de la Catedral de Santiago de Compostela, han hecho su primer viaje al exterior, enseñoreándose de las Salas de la pinacoteca por excelencia de Madrid.
Hagamos un poquito de crónica histórica de su autor, conocido como Maestro Mateo: hombre culto y adelantado a su tiempo, permaneció siempre atento a lo que se estaba realizando en la cuna del románico, a saber: el Languedoc y la Borgoña francesas. Eso constituyó una gran avance dentro de una sociedad anclada en tradiciones ancestrales.
Gustó de un retorno a la antigüedad tardía y de intercambios culturales lejanos, como percibimos claramente en la monumentalidad en las proporciones de sus figuras, poniendo los cimientos de las posteriores producciones escultóricas, más vitales y de mayor calidad en la ejecución en España. Y lo realizó antes de que la reforma cisterciense impusiera sus severas normas, gracias a Dios.
La escultura de finales del siglo XI tuvo la particularidad de trasladarse también al exterior del templo, ofreciendo una suerte de catecismo pétreo de los principios cristianos para una población en su mayoría analfabeta, y cuya forma más lúdica y didáctica de aprender era a través de la contemplación de estas maravillas iconográficas.
Inspirado en los arcos de triunfo de la antigüedad romana (¡Cuánto les debemos!), Mateo expandió la decoración escultórica, no sólo en capiteles, arcos y arquivoltas, sino a lo largo de toda la fachada, demostrando así un avance ideológico sin parangón, y policromando algunas de ellas.. apóstoles, la doble naturaleza de Cristo, las tentaciones de Cristo, su Pasión..son algunos de los temas tratados con mano maestra por Mateo
¿Una recomendación? ¡No os la perdáis! Está esperando a comunicaros sus secretos en el espectacular montaje que han hecho en colaboración con el Museo Provincial de Pontevedra y la Fundación Catedral de Santiago. ¡Sed peregrinos de lo pétreo por un día!