Quienes visiten el Cementerio de la Almudena verán, justo a la entrada, una capilla mortuoria cuya cúpula está coronada por un ángel al que los madrileños llaman Fausto.
Este ángel tiene sobre sus rodillas una trompeta apocalíptica que representó el tema central de una leyenda fatídica.
Este singular ángel apocalíptico tiene una historia muy curiosa relacionada con la inauguración del Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena, patrona de Madrid.: la inauguración tuvo lugar un año antes de lo previsto, el 18 de junio de 1884, debido a un brote de cólera en la ciudad que llevó a decidir habilitar un cementerio provisional que se dió a conocer como el «Cementerio de Epidemias».
Originalmente, la estatua de Fausto estaba en la entrada del cementerio. Pero Fausto, que representa al ángel anunciador del Juicio Final, que con su trompeta proclamará el día en que los muertos volverán a la vida, era temido por los madrileños, quienes de inmediato empezaron a inventar historias en torno al supuesto sonido de su trompeta, algunos incluso aseguraron haber visto un muerto andar entre lúgubres estancias del cementerio mientras sonaba el instrumento. Oírlo significaba, de hecho, que la muerte estaba cerca.
Tal era el terror que infundía la estatua que la cambiaron de sitio y la modificaron en 1924 (según fuentes fiables) , la colocaron en la cúpula de la capilla de estilo modernista, obra del arquitecto García Nava, y por lo tanto en un lugar menos visible que antes.
Detalle inquietante, si el ángel original, también sentado mientras esperaba el día del Juicio Final llevaba la trompeta en la mano derecha, a la altura de la cabeza, la estatua actual la lleva sobre sus rodillas, ¿Se pretendía romper así el maleficio?
¡Confío en que os haya resultado interesante, y recomiendo una visita al lugar!