Luciano de Samosata en el siglo II, Cyrano de Bergerac en el XVII, Julio Verne y Herbert G. Wells en el XIX son algunos de los autores que imaginaron al hombre pisando la luna.
Tomando el relevo de la literatura, el cine se interesó muy pronto por tan fascinante aventura. Así, El viaje a la Luna, realizado en 1902 por el francés Georges Méliès, fue el primer largometraje de ciencia- ficción de la historia del cine.
Veinticuatro años más tarde, Fritz Lang con La mujer en la luna demostró una inspiración más rigurosa en la época en que se acababa de perfilar el concepto de cohete moderno.

«Frau im Mond» Gerda Maurus
Con destino a la Luna, producida en Estados Unidos en 1950, se convirtió en la referencia mítica de los astronautas norteamericanos.
2001, una odisea en el espacio, de Stanley Kubrick, se estrenó en 1968 y se erigió en otra película de culto.
En un intento de evadirse de las dificultades de la vida en la Tierra durante los años treinta, las tiras cómicas transportaban al lector al espacio en las aventuras de Flash Gordon.
Los cómics eran un reflejo del ambiente de la guerra mundial, y, a partir de 1945, de la guerra fría especialmente en álbumes como El secreto del Espadón y S.O.S meteoros, de E. P. Jacobs, y en cierta medida, en Objetivo: la Luna y El asunto Tornasol,de Hergé.
¡Confío en que os haya resultado interesante!