Las mujeres ya vienen rompiendo moldes e innovando desde tiempo inmemorial. Hoy os traigo a la Condesa de Ségur, cuyos cuentos me acompañaron en mi niñez, y cuya historia es apasionante. Pongamos cara al personaje
Sophie de Ségur fue hija del Conde Rostopchín, Ministro de Relaciones exteriores del Zar Pablo de Rusia, y que jugó un papel fundamental en las Guerras contra Napoleón. Pero el conde cayó en desgracia ante los ojos del sucesor de Pablo, el zar Alejandro I. Tal motivo les llevó al exilio en el Ducado de Varsovia, Alemania, Italia, hasta recalar en Francia allá en 1817. En el país galo Sophie abrazó el catolicismo al casarse con el Conde Eugéne de Segur, con quien tuvo 8 hijos y una vida idílica.
Pensando en sus numerosos nietos, la Condesa de Ségur comenzó a escribir a los 55 años unas novelas adaptadas a la edad de aquellos niños. La primera, Las niñitas modelo, apareció en 1858, y fue seguida por otras 17 cuyo éxito se ha mantenido intacto hasta la actualidad.
A partir de una intriga muy simple, los niños, buenos o malos, desobedientes o dóciles, son los protagonistas de estos relatos moralizadores, escritos en un estilo adaptado a ellos.
La acción se desarrolla en los distintos medios sociales de la Francia del siglo XIX, proporcionando de este modo documentación privilegiada acerca de la mentalidad de la época en que fueron ideados.
Gracias a la inmensa popularidad de sus obras, la Condesa creó la Biblioteca Rosa, una de las primeras colecciones destinadas exclusivamente al público infantil
Hoy rendimos homenaje a esta mujer, que, por lo menos a mí, tantas alegrías nos dio durante nuestra infancia