RAMSES II, FARAÓN DEL EGIPTO IMPERIAL

Hoy comienza septiembre, un mes al que tengo especial simpatía, ya que marca el inicio de la estación del año favorita para mí: el otoño. Terminados los rigores veraniegos la oferta cultural y el día a día despliegan generosos sus alas para mostrarnos un enorme abanico de posibilidades en la ciudad: estrenos de cine y teatro, exposiciones nuevas, variada y renovada oferta gastronómica.

Hoy retomo la escritura en el blog con un gran personaje, que según las efemérides de hoy, y pese a lo complicado que es demostrarlo falleció un día como hoy en el lejano Egipto, aquel que despertaba mi curiosidad desde niña, con el descubrimiento por parte de Carter de la tumba de Tutankamón, y de la piedra de Roseta por parte de Champollión, y que tanto dio que hablar.

 

Champollión y la piedra Roseta

 

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Carter y Tutankamon

 

Tras morir Ajnatón, aquel que desafió al clero de Amón y creó una nueva religión centrada en el culto a Atón, el poder faraónico volvió a consolidarse en torno a la dinastía Ramsés.

Ramsés II fué el elegido de Ra. El más célebre de los faraones en Egipto, uno de los pocos faraones que realmente creían, o pretendían hacer creer, que habían sido engendrados por la cabeza del panteón, el todopoderoso Amón-Ra. Reinó durante cerca de sesenta años, murió casi centenario y tuvo cinco o seis reinas, las llamadas Grandes Esposas, y numerosas favoritas. Fue padre de un centenar de hijos, creó ciudades nuevas, amplió o levantó templos, multiplicó columnas y estatuas gigantescas. El más constructor de los faraones legó a Egipto gran número de templos, capillas y ciudades, como Abu- Simbel.  ¡Casi nada lo que hizo este singular personaje en aquellos tiempos!

Ramses II un hombre de inteligencia preclara

El famoso Templo de Abu Simbel. La presa de Assuan hizo que tuviera que ser desplazado. Gracias a la colaboración española tenemos en Madrid el Templo de Debod.

Templo de Debod, Madrid

Así pues, y por doquier, la vida y hazañas del rey quedaron glorificadas mediante dibujos y textos, siendo el primer atisbo de arte de propaganda. Sus arquitectos no vacilaron en reutilizar antiguos monumentos, después de haber borrado los nombres de los antiguos faraones para grabar su cartucho.

Cartucho de Ramsés II en Luxor

Ramsés II llevó a cabo diversas campañas en Siria y Palestina, la más célebre de las cuales es con toda probabilidad su intento de apoderarse de la ciudad hitita de Qadesh. El relato de esa batalla, que hizo grabar Ramsés en los muros de los templos, le presenta como vencedor indiscutible. Pero en esta lid fué engañado por espías que hacían un doble juego. El ejército hitita le esperaba emboscado tras la ciudad, y atacó su segunda división. Según la versión oficial Ramsés II se lanzó sólo al ataque en su carro. al verlo sus hombres recuperaron el valor, y los hititas huyeron. Pero los hechos son otros: Ramsés no tomó la ciudad. Sólo se salvaron su honor y una parte de su ejército, y se vio obligado a firmar la paz con los hititas.

 

A partir de ahí sólo podía asegurar su propaganda haciendo que los artistas ensalzaran sus méritos.

Sin temor a equivocarse, es indudable que la mujer de la vida del faraón fue su primera «Gran Esposa Real» , la bella Nefertari  «por la que brilla el Sol». Se desconoce su linaje, aunque se piensa que quizás estaba emparentada con la anterior dinastía . Nefertari no fue sólo una esposa y la madre de los hijos del faraón, sino que tomó un papel muy activo en las conversaciones con los hititas. Ramsés II la elevó a categoría de la diosa Mut, y llamándola señora de las Dos Tierras. A su muerte el enamorado faraón le construyó una real sepultura en el Valle de las Reinas

La tumba de la Reina Amada

Murió Ramsés II en 1235 «semejante a los dioses, se ha acostado en el horizonte, y todos los ritos de Osiris se han cumplido, ha navegado por el río en su barca real y se ha ido a descansar a su residencia eterna al Oeste de Tebas»

Momia de Ramsés II

Como sus trece hijos mayores habían muerto, le sucedió Menefta, el decimocuarto.

Esta es la semblanza de un gran hombre. Espero que os guste.