Hoy hablaremos de este pintor eterno:
El Juicio Final. Vision terrorífica de una humanidad enfrentada a un juez implacable, este fresco da testimonio de las angustias de Miguel Ángel que compartía con muchos cristianos de su tiempo. 1536-1541. Capilla Sixtina. Palacio del Vaticano, Roma.
Nacido en 1475 en Caprese, Michelangelo Buonarroti, llamado Miguel Ángel, poseía todos los dones: escultor, pintor, arquitecto, ingeniero y poeta, encarnó, en su persona y en su arte al humanista cristiano que, rindiendo culto a la belleza, magnificó el genio y la sensibilidad humanas a través de sus obras.
La creación del hombre. Mediante un célebre gesto, el Padre eterno da la vida a Adan, representado en la plenitud de la belleza y el vigor de la juventud. 1508-1512. Capilla Sixtina. Palacio del Vaticano, Roma
A finales del siglo XV, la presión de los Habsburgo se hacía sentir cada vez más en Italia, y la crisis religiosa perturbaba los espíritus. La salvación del alma constituía el centro de las preocupaciones intelectuales y artísticas de Miguel Ángel, que empezó a trabajar en Florencia en la década de 1490.
Allí pudo oir la predicación de Savonarola y esculpió, además de la Pietá, conservada actualmente en San Pedro de Roma, el gran David de mármol, demostrando notables conocimientos de anatomía.
El profeta Zacarías. Los frescos de la Sixtina están consagrados a la historia de la humanidad desde la creación hasta el fin del mundo. 1508-1512. Capilla Sixtina, Palacio del Vaticano, Roma.
En 1505 el Papa Julio II lo llamó a Roma para que esculpiera su mausoleo, pero el impresionante proyecto se suspendió al año siguiente.
No obstante en 1508 Julio II volvió a llamarlo para que decorase la bóveda de la Capilla Sixtina: se trata de un fresco gigantesco que el artista concluyó en 1512. Pero en aquella época Rafael se convirtió en el pintor oficial del papado, y Miguel Ángel prefirió regresar a Florencia.
La Sibila de Delfos. Las sibilas, profetisas paganas, predijeron al parecer, la venida de Cristo, de ahí su presencia en una capilla. 1508-1512. Capilla Sixtina. Palacio del Vaticano. Roma
No volvió hasta 1534 a Roma, donde permaneció hasta su muerte en 1564, y pintó el Juicio Final (pared del fondo de la Capilla Sixtina) para el nuevo Papa, Paulo III.
El David rompe con las tradiciones del Renacimiento florentino y anuncia el barroco. La larga carrera de Miguel Ángel muestra por sí sola la evolución del arte italiano desde el quatrocento hasta el manierismo. 1501-1504. Galería de la Academia, Roma.
A mí me sigue sobrecogiendo su obra, inmortal en el tiempo y en el arte.
¡Confío en que os haya resultado interesante!