El pasado martes vivimos una velada inolvidable, dentro del marco de los Encuentros Bazar Me lo Pido. Era el primero de la temporada, y para él, Ana Zuazo, la creadora de estas reuniones eligió un lugar estupendo: El Astorgano.
Una imagen del local
Se abría fuego en el curso actual con el buen hacer de la joven firma de ropa Valecuatro. El alma máter de la misma, Rodolfo Marchisio, asistió al encuentro muy bien acompañado por Azucena, la jefa de ventas, y Alvaro Muñoz Escassi, la imagen pública de la marca.
Rodolfo nos comentó que, coincidiendo con el corralito, en 2002 trajo a España en plena crisis en su país de origen, Argentina, las primeras prendas de la marca, unos cinturones. Sin seguridad ni perspectivas previas, este producto fué arraigando en el público español, sobre todo a raíz de los Juegos Mundiales ecuestres, que tenían lugar en Sevilla. Eran entonces sólo 2 personas en la oficina.
Comenzaba la charla
Este éxito inicial le permitió ampliar la partida entre los años 2004 y 2005. Eran ya un valor en alza, y en los stands comenzaron a pedirles una diversificación de producto, haciendo hincapié en camisas y polos.. Rodolfo es un hombre tranquilo, equilibrado, encantador, y la conversación fluyó de forma amena y agradable. En principio él diseña cada parte de las camisas. todo bajo tres premisas fundamentales: calidad, diseño, y precio.
Un detalle de las camisas
Su estructura es la justa. Hoy día y en un tiempo bastante récord tienen 150 puntos de venta, que van siempre funcionando. hoy se encuentran zapatillas, alpargatas, zapatos de sport, monederos, carteras..que se venden tanto en España como en Portugal.
Preguntado acerca de quién confió su dinero a este proyecto fué contundente. no le ayudaron ni los amigos ni los bancos. Fueron los proveedores los que fueron confiándoles su dinero, viendo cómo funcionaba la empresa.
Álvaro Muñoz Escassi, sobre el que tantos ríos de tinta se han vertido, es un hombre sencillo, directo, y sumamente encantador. Es la imagen pública de la firma, y está presente siempre en las inauguraciones y eventos donde Valecuatro es presentada. Como anécdota contó que a los 18 años y con 500 pesetas se marchó a abrirse camino a Alemania en el mundo del caballo, y que allí estuvo en coma. Lo increíble fué el desparpajo y naturalidad con que iba desgranando su historia, digna de cualquier libro, y ante la cual estábamos con la boca abierta. Como narrador de historias no tiene precio.
Álvaro en plena charla
Tuvieron el detallazo de obsequiarnos con un monedero de la marca, el mío de color azul, mi preferido.
Tras la charla comenzó el recital gastronómico del Astorgano: croquetas de boletus, humus, lengua…y mil y una delicias más satisfacieron los paladares más exigentes. También nos regalaron una cuchara de palo del restaurante.
Pequeño documento gráfico de las delicatessen del Astorgano
¡Como chicas con cuchara nueva!
Desde aquí quiero desear a Valecuatro que sigan sus éxitos y que todos los veamos. Para ello, y como broche final Rodolfo nos dió la clave para que triunfe cualquier negocio, o idea: hay que tener aptitud y actitud. Ambas son dos pilares fundamentales, dos patas sólidas, que hacen que la mesa se mantenga estable.
Gracias a Ana por organizar estas veladas. Son cada vez más necesarias en esta sociedad. Gracias a Rodolfo, Azucena y Álvaro, gracias al Astorgano por acogernos como si estuviéramos en nuestra casa. Loe Encuentros Bazar han empezado el curso 2014/2015 por la puerta grande.
El feliz grupo de la noche