El pasado sábado tuve la suerte de asistir en primera fila al desfile de Vertize Gala, que reunió en el Hotel Hilton Aeropuerto de Madrid las colecciones de diversas firmas, y que estaba enmarcada en la primera feria Emprende Wedding Craft, que organizaron con mano maestra Proyecto 10 y Tus tres Deseos.
Me llamó poderosamente la atención el diseño vanguardista del hotel, y lo fantásticamente montados que estaban los stands: desde el de la línea de maquillaje de Mary Kay, pasando por todos los dedicados a los obsequios para invitados, la original fuente de chocolate, de la que dimos buena cuenta, y un original Photo Call donde se grababan divertidas peticiones de mano, nada se dejó al azar, y todo estuvo cuidado con un enorme mimo, hasta el último detalle, tanto si se trataba de un enlace civil o religioso.
Pasamos al desfile, y aquí explicaré porque he titulado el post como habéis visto: porque la gran singularidad radicó en que todo tipo de mujeres, con todo tipo de tallas, tuvieron cabida en la pasarela. Eso nos lo explicó la maestra de ceremonias, Ania Iglesias, que estaba sencillamente espectacular, con un envolvente vestido rojo de corpiño que le sentaba como un guante. Nos dijo que la política de la Vertize Gala es que nadie tiene que renunciar a conseguir su sueño de ir impresionante el día de su boda, por no entrar en una 36. Además creedme, ¡ estaban guapísimas!
En los vestidos de fiesta primó la versatilidad en diseños y colores, todos vivos, vibrantes, llenos de los más favorecedores coloridos, tanto lisos como estampados. Faldas de plumas, líneas griegas, tejidos vaporosos, inundaron la pasarela, y que se vieron en la Gaudi de Barcelona por cortesía de Sonia Peña
En la moda masculina los modelos tuvieron una gran solvencia, un gran empaque, mostrando unos trajes elegantes, pero no exentos de un toque atrevido de color en los chalecos. Rosa era el que llevaba Pepe, de Gran Hermano 13, que parecía que no había hecho otra cosa en su vida. ¡Fantástico!
Una lástima que me saliera algo movido.
Y llegó el momento esperado en que las novias empezaron a acariciar la pasarela con unos modelazos de impresión. Trajes con volantes, cascadas de pedrería y encaje, jaretas, y drapeados ciñendo sus cuerpos, y recogidos románticos de cabello, con broches o cintas de pasamanería, gentileza de Virginia Campos y su gran equipo.
Cerró plaza de un modo brillante y con una soltura encomiable Olvido Hormigos, que tuvo la deferencia de compartir su tarde ejerciendo de modelo de excepción.
También vimos por allí a Rommy Abradelo y a José Manuel Parada, que dieron su apoyo al evento con la simpatía que les caracteriza.
El desfile estuvo acompañado por la música e iluminación de la empresa Divinevents y la fotografía y vídeo de La Fabriquilla. Ellos y su buen hacer también contribuyeron a que la tarde fuera inolvidable.
Desde estas líneas mi mas sincera enhorabuena a todos los que lo hicisteis posible, sois estupendos!