Hoy nos aproximaremos a este desconocido monumento funerario.
Reconstitución del carro de Vix. A pesar de las dimensiones del túmulo, de 42 metros de diámetro, la cámara funeraria sólo mide 3 metros de largo así que el carro tuvo que ser desmontado. La “princesa” reposaba en la caja de éste y las ruedas estaban apoyadas contra la pared.
Uno de los rasgos más sorprendentes y espectaculares de la civilización de Hallstatt fue la excavación de las tumbas principescas reservadas a personajes de alto rango.
La crátera de Vix, inmenso vaso en el que se mezclaba el vino espeso con el agua, en este caso tenía una función de prestigio. El estilo es espartano “severo” y es una muestra de la habilidad de los broncistas del Peloponeso, aunque puede que fuera fabricado en los talleres del sur de Italia o en Sicilia, en Tarento o en Reghion. Pesaba 208 kilos. Sobre la tapa están colocadas una copa de plata y piezas de cerámica ática. 530-520 a.J.C. Museo de Châtillon-sur-Seine. Francia.
En algunos casos se trataba de mujeres, lo que permite suponer que algunas desempeñaban un papel preponderante.
La tumba de Vix, cerca de Châtillon-Sur-Seine, en el departamento francés de Côte-d´Or, fue uno de los grandes descubrimientos de la arqueología. Hallada y excavada en 1953, en condiciones algo rudimentarias, encerraba el cuerpo de una mujer de unos treinta años, acompañada de su carro de gala y, sobre todo, de la mayor crátera de bronce de la antigüedad.
Asa de la crátera. Representaba a Medusa, la única de las tres gorgonas que era mortal. Quien la miraba quedaba petrificado al instante. Es un tema frecuente y pintoresco del arte griego arcaico.
Mide 1,65 metros de altura y está adornada con un friso de hombres armados en el cuello y gorgonas en las asas; a su alrededor había otras vasijas de bronce, plata y cerámica..
Detalle del friso que adorna el cuello de la crátera. El largo cabello de este hoplita, la coraza, las grebas y el casco, son característicos de los soldados de caballería espartanos. Detrás, cuádriga de bellos caballos.
La “princesa” llevaba una diadema de oro de estilo desconocido, tal vez de origen escita, con dos bolas realzadas por patas de león y caballos alados en ambos extremos.
También lucía joyas fabricadas en la región, fíbulas y brazaletes. La tumba, recubierta por un vasto túmulo de piedra, estaba al pie del monte Lassois, una de las grandes residencias principescas de la civilización de Hallstatt, situada a mitad de camino de la ruta del estaño.
“Diadema” o turbante de oro. Los animales en forma de quimera puede que procedan de Irán. La difunta llevaba también un collar de ámbar, un torque de bronce y pulseras en los tobillos. sus ropas estaban sujetas por ocho fíbulas de bronce, hierro y oro.
¡Espero que os haya gustado!