En la primera planta del restaurante Sobrinos de Botín, considerado el más antiguo del mundo según el libro Guiness de los récords, un enigmático cuadro del pintor ruso Pierre Schlid despierta la curiosidad del visitante.
Imagen exterior de Botin
¿Realmente así lucía Madrid en el siglo XVI? El cuadro de Schlid, llamado Matritum Urbs Regia, fué pintado en 1951, un momento clave para la ciudad, pues fue precisamente en ese año cuando se convirtió en la primera capital permanente de la monarquía española.
Al existir muy pocos registros del Madrid del siglo XVI, Schlid se basó en los dibujos de Anton Van der Wyngaerde. Este paisajista flamenco recorrió España a partir de 1561 y realizó 62 dibujos muy detallados de distintas ciudades del reino por encargo de Felipe II.
Dibujo el Alcázar, de Wyngaerde
Su dibujo sobre la nueva capital española es considerado el primer registro del panorama urbano madrileño, y el más fiel a la realidad de aquel entonces.
Schlid, además de dedicarse a la pintura, participó en muchas películas como director artístico, llegando a colaborar con Buñuel en Un perro andaluz.
Fotograma de la película de Buñuel
Schlid fue un mago de los efectos especiales e introdujo en España el matte chat, una técnica de trucaje que consistía en superponer imagenes. Fue tal vez esta profesión la que le llevó a fantasear con un Madrid medieval. Porque si bien Schlid reprodujo fielmente la mayoria de los edificios de la época en su cuadro, también omitió algunos e inventó otros.
El cuadro en cuestión
Como es el caso de su Matritum Urbs Regia. Para pintar este cuadro utilizó como modelo el famoso plano de Teixeira, que no es el primero que se hizo sobre Madrid, pero sí el más importante y representativo.
Plano de Teixeira
Un detalle muy curioso del cuadro de Schlid son los andamios que pueden verse a la derecha y corresponden a las obras para la construcción de la Torre Dorada, llevadas a cabo entre 1562 y 1569. El cuadro también muestra el edificio de las caballerizas.
El único detalle de la obra que he encontrado, cortesía de alamy stock photo
Entre las grandes omisiones están las iglesias de San Nicolás y de San Pedro, ya existentes en aquella época. Algunas casas aparecen más pequeñas de lo que eran, como era el caso de la Torre de los Lujanes, y otras han sido cambiadas de ubicación.
El autor del cuadro
El cuadro formó parte de una exposición organizada por el Ayuntamiento en 1960, luego fue abandonada, hasta que la familia González, actual propietaria del restaurante, lo recuperó y lo colgó cerca del horno donde cocinan, desde hace ya casi 300 años, sus famosos cochinillos de leña.
¡Confío en que os haya resultado interesante!